sábado, 4 de julio de 2009

Entre pirámides y maquillaje

sábado, 4 de julio de 2009
En Colombia, específicamente en Medellín, hace más o menos 20 años que el porrismo viene abriendo caminos y escribiendo su propia historia en busca de ser reconocido como un deporte y el proceso ya arroja resultados. Desde hace tres años hace parte de las disciplinas que el Inder Medellín tiene en su programa de Escuelas Populares del Deporte y Desarrollo Deportivo, además de acumular en el exterior varias presentaciones cafeteras con buenas críticas.

Transcurrido todo ese tiempo, por fin Medellín fue el escenario de un evento que convocó lo mejor a nivel nacional y americano en el Campeonato Internacional de Porrismo, el cual tuvo lugar en el Coliseo de la Universidad Pontificia Bolivariana entre el 20 y el 22 de junio y contó con la participación de representativos de Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y Colombia a nivel americano y a nivel nacional durante los tres días de competencias se hicieron participes elencos de Bucaramanga, Bogotá, Cundinamarca, Santander y Antioquia.

Durante esos tres días la mecánica siempre fue la misma, los jueces dan la orden de salida, el presentador la oficializa e informa a los asistentes cual equipo hará su presentación y en qué modalidad participa. El público grita, aplaude y se prepara para la acción. Comentan los que tienen experiencia. Los niños miran a sus padres y les muestran lo “bacano” o bonito que está el vestuario. El director del grupo se acerca al encargado del sonido y entrega la pista que se va a usar, mientras tanto el grupo camina hasta la pista y se organiza. Allí suena la música y la magia empieza.

“Esos son de los momentos más duros en la competencia porque de un momento a otro, cuando la canción empieza, uno deja de sentir que por las venas le circula sangre y le da la sensación que lo que invade el cuerpo es la música”, explica Carolina Navarro integrante del grupo de porristas Style Fussion.

En el camerino…

Un grupo de porrismo, como lo define Wilson Arcila, entrenador del equipo Colegio Palermo de San José, “es una familia, en este caso que es una institución femenina, las niñas aprenden a compartir y a preocuparse por cada miembro del equipo, tanto así que no solo se resuelven problemas deportivos, sino que además familiares y personales tienen lugar en el grupo”.

Para Olga García, directora de Style Fussion, un equipo de porristas antes de estar conformado por deportistas, está compuesto por personas que sienten, sufren y tienen problemas como todo el mundo. El grupo se vuelve una familia y de pasar tanto tiempo junto hasta los problemas personales se comparten y se resuelven en grupo, en la medida de lo posible.

Tendrían 10 años Alejandra Burgos y Carolina Navarro, cuando en 1998 la entrenadora Olga García llegó al Colegio La Presentación “Medellín” con la idea de formar un grupo de porristas, con niñas de la institución que estuvieran interesadas en el baile y que tuvieran ante todo ganas.

Entre todas las gomosas que se presentaron por la novedad estaban Alejandra y Carolina, quienes con el pasar del tiempo vieron como la goma se convirtió en pasión y posteriormente en amor, como ellas mismas explican, aunque son enfáticas que lo único que no puede faltar son las ganas, porque de resto todo se aprende.

Listo el maquillaje y el vestuario

De la Presentación y el Calazans, donde también entrenaba otras chiquillas, Olga García conformó un grupo de jovencitas que dieron todo por el porrismo, desde su tiempo luego de clases, hasta la plata de sus bolsillos para el vestuario y el maquillaje.

De la mano de Olga, muchas niñas como Carolina y Alejandra, desde que estaban en quinto de primaria descubrieron su gusto por el baile y el ritmo, además de su disposición para ver en la música el complemento a su formación personal y académica.

Explica Alejandra, que Olga además de ser la directora es una amiga que nos escucha y nos aconseja cuando tenemos problemas, además es un grupo muy unido, porque crecimos y superamos muchas cosas juntas.

“Siempre he trabajado con Olga, desde que comencé, y creo que nunca me voy a retirar de esto, trabajar con ella es como tener un sello porque ella lo hace siempre diferente. Es más nosotras molestando y por lo unidas que somos ya tenemos planeado que cuando la edad no nos deje competir en ningún nivel, porque estemos ya viejitas, vamos a ser el primer grupo de porristas senior”, explica con risas Carolina.

Sigue el peinado

En la Presentación el proceso de porrismo, luego de alcanzar muchos logros y haberse ubicado en los primeros puestos de los festivales de la ciudad y el Nacional de Cartagena, llegó a su final cuando en 2005 Olga se retira de la Institución, como ella misma lo cuenta “porque quise y la oportunidad se me presentó de trabajar como profesora de Lengua Castellana en Instituciones Educativas públicas, un objetivo que siempre me había planteado, y cuando se dio fue duro decidir pero creo que tomé la decisión correcta”.

Sin Olga y sin apoyo del Colegio, el proceso se acabó y las niñas que ella ensenó a soñar, ya eran unas jovencitas recién graduadas algunas como bachilleres y las otras todas unas primíparas de Universidad, como recuerda Alejandra mientras se mira al espejo y se compone el peinado.

Llamado a la zona de calentamiento

Recuerda Olga, que si algo les enseñé mientras las acompañaba en su proceso de crecimiento y maduración fue a luchar por los ideales y las metas y fue así como ellas me buscaron y me convencieron de que las volviera a entrenar y conformáramos otro equipo. “La buscamos porque el porrismo ya se había convertido en una parte importante en nuestras vidas”, cuenta Carolina.

“No volvimos todas, yo por miedo a no poder con la Universidad y luego con el reinado de Señorita Antioquia me retiré del grupo, pero cuando la marea pasó y organicé el tiempo, como siempre he sido muy amiga de Caro y siempre estuvimos juntas yo hablé con ella y le dije que quería volver. Regresé y fue como si le hubiera puesto pausa cuando me retiré, todo seguía igual y me sentí de nuevo en casa” cuenta Alejandra.

Nos reagrupamos bajo el nombre de Style Fussion con otras chicas que Olga dejó volando en Calazans y ahora somos todas, presentación y Calazans, como una sola, como si toda la vida hubiésemos compartido, explica Carolina, una joven de tez morena y ojos expresivos que actualmente estudia Veterinaria en la Universidad de Antioquia.

Vamos por temas

Entre todos los grupos que tomaron parte del torneo, Style Fussion resalta entre los demás no solo por su vestuario glamuroso, sino porque con el tiempo y bajo el sello de Olga García han sido de nuevo reconocidas por quienes llevan tiempo en esto y apenas las anunciaron, un grupo de entrenadores de Bucaramanga pararon su conversación y estuvieron de acuerdo en seguir hablando luego de la presentación de este equipo, porque “realmente son muy buenas, la directora de ellas tiene algo que los demás no han podido explotar, esperemos a ver con qué nos sorprenden” y realmente lo hicieron.

Eso que no se sabe bien que es, Carolina ya lo tiene identificado “Hay algo que yo siempre le voy a admirar a Olga, ella es una tesa para la creación de coreografías, en jazz siempre cuenta historias y sus rutinas siempre tienen un mensaje y una razón de ser”.

Ella siempre cuenta historias y es consciente de ello, una vez hablando sobre el tema explicó que eso era inherente a ella, pues aunque muchos no lo sabían su profesión es Comunicación Social y Periodismo y está totalmente convencida que en la vida todo, hasta el baile, debe comunicar.

1, 2, 3, ¡Aquí vamos!

El porrismo para Alejandra y Carolina fue la oportunidad de crecer juntas y en el camino ir aprendiendo muchas cosas que en la Universidad les ha servido, como el papel que la mujer debe cumplir en la sociedad, el cual debe proyectarse más allá del adorno al que han sido sometidas.

Finalmente, a Olga, le sirvió para darse cuenta del papel tan importante que cumple en la vida de estas jovencitas que conoció siendo niñas y a quienes ve hoy convertidas en todas unas mujeres.

En el Campeonato Internacional de porrismo también por la organización Cheer and Dance, entidad que dirige hoy en día este deporte y los eventos en Colombia, dio a conocer a los deportistas que conforman la Selección Colombia de Cheer, actualmente tercera en el mundo. Por Antioquia hay tres representantes:

Ximena Sánchez
Es una muchacha de 19 años que inició en el cuento del porrismo en el Colegio Albernia y ahora pertenece al equipo MÁS Medellín All Stars. Para ella pertenecer al combinado nacional significa muchas cosas entre las que resalta poder representar a su país en competencias internacionales, además que estar ahí es como un sueño.

Angélica Ríos
“cuando quedamos en el tercer lugar en Estados Unidos, lo que nosotros sentimos es indescriptible, es una emoción que uno no se imagina que pueda sentir, si montarse al pódium en Colombia es fuerte, en otro país y más allá parece una fantasía”.

Víctor Valencia
Es el único paisa en la Selección tricolor, tiene 26 años y estudia Licenciatura en Educación Física en la Universidad de Antioquia y antes de ser porrista era gimnasta. “sobre la condición de ser porrista para un hombre, hace 6 años era un poco complicado porque dudaban hasta de las inclinaciones sexuales de uno, pero ahora todo ha cambiado y este fenómeno ya se ha tomado la ciudad hombres, mujeres, niños y niñas”.

lunes, 29 de junio de 2009

Mientras vuelven a casa ... si eso es lo que quieren

lunes, 29 de junio de 2009
“Cuando mi cucha me dijo hace 18 meses que escogiera entre la marihuana y la familia, yo no la pensé, inmediatamente supe que en mi existencia lo más importante es el vicio”, explica Andrés, uno de los tantos muchachos que hace uso de las instituciones de rehabilitación de consumidores de droga de la ciudad y del programa de recreación, Mientras volvemos a casa, que impulsa el Instituto de Deportes y Recreación, Inder Medellín.

Andrés empezó a consumir desde que tenía 14 años, cuando un amigo suyo lo invitó a que probara la marihuana, “yo la verdad lo dude un poquito, pero pensé que por probar no pasaría nada y de una, sin miedo, di el primer ploom y desde ahí no he parado” explica el joven. Este muchacho sobresale entre los demás porque es muy retraído, según él porque no le gusta mezclarse y deberle favores a nadie. “A duras penas en la Institución recibí esta muda de ropa y eso porque la que tenía y saque de mi casa, que era de buena marca y todo, la empeñé un día que estaba amurado”.

Cuando intenta recordar con exactitud e hilar los acontecimientos en orden para poder contar bien su historia, mira al horizonte y al momento de recordar su familia y relatar que tiene una hermana menor que es muy buena estudiante, deportistas y “hasta bonita la boba esa”, sus ojos se cubren de lagrimas y para disimular simula un bostezo y comenta que tiene sueño porque en días pasados no ha podido dormir bien. Es que ha consumido poco porque anda mal de salud y es muy arriesgado salir así porque “la calle exige buenas condiciones, de lo contrario se lo lleva por delante a uno”, explica este muchacho flaquito y vestido todo de azul claro con un corte de cabello al estilo honguito.

A parte del sitial de honor que ocupan la drogas en su vida, porque ya “tira” de todo lo que se le ponga al frente, pasando por cannabis, perico, coca y hasta heroína, Andrés tiene definida otra cosa muy importante, “la droga no la quiero dejar, ella es más fuerte que yo y me domina. El día que me harte simplemente hago lo que dictan mis cantantes preferidos, Curt Cobain y Nirvana” que en la traducción de este chico que “medio domina el inglés” significa que “me odio, estoy aburrido de mi mismo y por eso me voy a matar. Para mí el suicido es una posibilidad y yo no le tengo miedo a morir, porque hace dos años lo vengo haciendo lentamente”.

Entre el grupo de jóvenes que participó en las vacaciones recreativas que se desarrollaron en el Instituto de Rehabilitación de Miraflores, ubicado carca al Batallón de Buenos Aires, Lina es otra joven de las tantas que en esta oportunidad hacen uso del toro mecánico, los inflables y la lona de salto que por motivo del descanso de medio año han llevado a su institución los funcionarios de Inder.


Esta muchacha de 16 años se está tomando muy en serio recuperarse de las drogas y liberarse del monstruo que la persigue desde hace 4 años, cuando “por curiosidad en compañía de otros pelaos del combo decidimos probar un baretico como por cambiar de actividad, pero desafortunadamente no nos dimos cuenta cuando ese monstruo de mil brazos”, como ella llama a la droga, los agarro tan duro que en mi caso por ejemplo ya estaba perdiendo mi esencia, “pues yo era una muchacha muy alegre y animada para hacer muchas cosas por la comunidad y luego de estarle dando duro al consumo ya no quería hacer nada y antes vivía deprimida, cuando antes ni sabía que esa palabra existía”.

Esta es la segunda ocasión en que Lina intenta dejar las drogas, “pero yo sé que esta si es la vencida, porque la primera vez yo no estaba de corazón, vine porque mi mamá me mandó y cuando tuve la primera oportunidad de evadir lo hice”. Así la joven regresó a su casa y a los pocos meses tuvo una recaída muy fuerte y “toqué fondo, ahí me di cuenta que tenía que cambiar y que me iba a quedar sin vida si no hacía algo, por eso esta segunda vez es diferente”.

Ahora Lina disfruta de forma consciente del momento de la meditación, de las reuniones grupales y lo que más le gusta son las citas con la psicóloga, pues hace poco realmente se dio cuenta que estaba mejorando, que tenía un proceso de verdad, cuando tacho en compañía de “psico” varias de sus debilidades que poco a poco ha ido convirtiendo en fortalezas.

Lina y Andrés son la muestra de las dos opciones de vida que toman los jóvenes y los niños que se encuentran en situación de calle y son atendidos por las instituciones encargadas de este tipo de población, la cual como explica Uriel Montoya, profesor del programa mientras volvemos a casa, “este tipo de personas hacen parte de la población más difícil para trabajar, porque son personas muy agresivas y faltas de afecto que no han cultivado valores como la tolerancia, el amor, el respeto y la solidaridad, los cuales son muy importantes y se podría decir que sobre ellos se fundamenta la práctica deportiva, en especial, el trabajo en equipo, un componente que muchos de ellos no conocen porque la vida se la guerrean solos”.

En la ciudad hay varias instituciones que trabajan con niños y jóvenes consumidores que de acuerdo a las necesidades y la modalidad de trabajo varía en la forma en que atienen al público. Se podría hacer la siguiente diferenciación de acuerdo a la permanencia de los consumidores en el lugar.

Existen tres tipos, en el primero los jóvenes están totalmente internos y las salidas son solo premios que se ganan con trabajo y buen comportamiento como la Institución Miraflores; la segunda son aquellos lugares que reciben a los muchachos prestándole servicios médicos, psicológicos, alimenticios y en algunas ocasiones posada para que pasen la noche, como la Institución Acogida y la Institución Libertad; finalmente está el tercer tipo conocido como Unidad Móvil, los cuales como su nombre lo indica son un grupo de personal capacitado que recorre sitios específicos de las ciudad y atiende a chicos que no quieren pertenecer a ninguna institución y definen la calle como su hogar.

Aproximadamente 150 jóvenes y niños de la ciudad que se encuentran en situación de calle por consumo de drogas, desplazamiento forzoso, desempleo, grupos al margen de la ley, mala conducta y en algunas ocasiones por maltrato de sus padres disfrutaron dos días de recreación y deporte en el marco de la celebración de las vacaciones recreativas que el Inder Medellín con su programa Mientras volvemos a casa les organizo en la Institución Miraflores, lugar en donde disfrutaron de atracciones mecánicas como el toro, inflables, práctica deportiva de bádminton y juego multideportivos que entregaron como premio a los tres primero lugares el cupo directo al campamento de fin de año en El Peñol.
Qué es Mientras Volvemos a Casa?
Es un dispositivo que pretende garantizar el derecho al deporte y la recreación de la población víctima del desplazamiento forzado asentada en el municipio de Medellín. Promueve la constitución y consolidación de organizaciones comunitarias en el tema del deporte y la recreación, tales como: clubes infantiles dirigidos a niños y niñas, clubes juveniles para los adolescentes, organizaciones de mujeres para las mujeres cabezas de familias y clubes de vida para la población adulta mayor. Esto con el fin último de construir nuevas redes sociales entre los núcleos familiares que a raíz del desplazamiento han sido resquebrajados.

Este proceso comenzó el mes de octubre del año 2004 con un estudio diagnóstico de los asentamientos de la cuidad de Medellín. Luego, un grupo conformado por asesores y estudiantes, se encargó de desarrollar los proyectos y sus contenidos ha desarrollar con la población. Actualmente el equipo de trabajo se encuentra conformado por una asesora en recreación, un coordinador de acción y 12 profesores Licenciados en Educación Física.
También hacen parte del proyecto, la Unidad Misional de Apoyo (UMA) compuesta por: Un analista en planeación, abogado, financiero, auxiliar administrativo y auxiliar de inventarios.
 
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